La cultura del capital del riesgo destruye el mundo en lugar de salvarlo

Desde el brote de la pandemia de coronavirus, hemos estado viviendo en un mundo cada vez más turbulento, con economías colapsando, naciones enfrentando crisis institucionales y todos nosotros luchando contra la incertidumbre que la desaparición de nuestras vidas previamente establecidas nos ha dejado.

No obstante, ¿ha alguna vez considerado usted que detrás de esta árdua realidad, hay una tendencia que domina nuestras economías y la sociedad en general? Esta tendencia se llama «cultura del capital de riesgo» y ha logrado expandirse por todo el mundo en los últimos años. Si bien el capital de riesgo trajo un cambio a nuestros mundos financieros, algunos están preguntándose si, de hecho, ¿esta cultura está destruyendo el mundo en lugar de salvarlo? Esta es la pregunta que vamos a explorar en este artículo.

1. ¿Cómo el capital de riesgo está destruyendo el mundo?

El capital de riesgo y su influencia

El capital de riesgo se considera la forma de financiación con mayor riesgo, pero también la que te puede llevar a obtener mayores ganancias. Esto lleva a empresarios a pensar solamente en sus beneficios, descuidando muchas veces otros intereses.

Las consecuencias de los inversores de capital de riesgo en el mundo son alarmantes. Esto hay que tomarlo en serio ya que se han presentado varios ejemplos en diferentes sectores, poniendo en riesgo cientos de empleos y provocando afectaciones importantes en salud, economía y preservación del medio ambiente. Algunos ámbitos donde este capital se ha revelado dañino son:

  • Forestales: la quema de bosques a gran escala para reemplazarlos con monocultivos.
  • Agroindustriales: contaminación de los suelos y de aguas subterráneas.
  • Industriales: proyectos sin regulación alguna, con impacto en el entorno.

Para paliar los efectos negativos del capital de riesgo, se hace necesario implantar unos estándares éticos que caractericen la inversión. Estos deben ser capaces de detectar los embates de la avaricia y encaminar la inversión hacia una industria libre de represión. Estos cánones servirían no solamente para evitar los abusos a nivel local, sino que contribuirían a una solidaridad social por encima de los intereses comerciales.

2. ¿Cómo el capital de riesgo se está convirtiendo en una cultura?

A medida que el mundo está experimentando transformaciones masivas, el capital de riesgo se está convirtiendo cada vez más en una cultura. Esta novedad está llevando a un cambio en cómo los negocios, personas y economías se ven a sí mismos dentro del ecosistema global. La inversión en capital de riesgo es una práctica importante porque permite a las empresas obtener financiamiento para innovar y crecer, permitiéndoles aprovechar nuevas oportunidades.

Los inversores de capital de riesgo están optando cada vez más por probar ideas arriesgadas con la esperanza de obtener grandes retornos. Están buscando ideas no convencionales e innovadoras en común, además de promover relaciones de apoyo y mentoría entre las partes. Esto está generando una cultura innovadora, donde incluso las ideas más audaces pueden ser refundadas e implementadas para el éxito.

  • Salir de la zona de confort: Los inversores ahora están animando a otros a salir de su zona de confort y a asumir mayores riesgos, si quieren tener éxito.
  • Compromiso con la innovación: La inversión en capital de riesgo también ha comprometido a muchos a estar más comprometidos con la innovación.
  • Mayor tasa de supervivencia: Debido al respaldo financiero, los negocios nacientes están encontrando una mayor tasa de supervivencia.

Comprender cómo el capital de riesgo se está convirtiendo en una cultura nos permite comprender cómo el mundo de los negocios está cambiando. Esto destaca el papel que desempeñan los inversores en el éxito de una empresa, y también la importancia de la innovación en los negocios.

3. El peligroso impacto de la cultura del capital de riesgo

En la actualidad, el culto al capital de riesgo se ha convertido en una práctica común entre los emprendedores y escenarios empresariales. Muchos creen que esta estrategia es el único camino para el éxito, sin tener en cuenta sus reveses. Al lanzarse de cabeza a estos proyectos, no solo se arriesgan grandes sumas de dinero sino también nuestra liquidez. Y esa liquidación es difícil de recuperar si las cosas no salen como se esperaba.

Además, muchas de estas inversiones provienen de fondos de riesgo extremo. Estos fondos son muy volátiles y suele ser difícil prever si devolverán ganancias o bien beneficiarán el crecimiento. De hecho, si las inversiones son exitosas, los grandes inversores tienen la tendencia a llevarse la mayor parte de las ganancias, dejando al emprendedor a la merced de recibir una fracción de los beneficios.

  • La incertidumbre de los fondos de riesgo.
  • Las demandas insaciables de los grandes inversores.
  • La larga espera hasta recibir los beneficios.

Estos son algunos de los riesgos de la cultura del capital de riesgo, una práctica que puede hacernos caer en graves inestabilidades financieras si no se toma con la debida precaución. Los emprendedores deben ser conscientes de la amenaza que ocasiona el capital de riesgo antes de lanzarse a realizar cualquier inversión.

4. ¿Cómo revertir el daño causado por el capital de riesgo?

Uno de los principales problemas con el capital de riesgo es el daño que puede causar a un negocio, a menudo a largo plazo. Algunas formas en que esto puede manifestarse incluyen:

  • Rápida desaceleración en la tasa de crecimiento
  • Aumento de la toma de decisiones a corto plazo en lugar de a largo plazo
  • Relaciones empresariales problemáticas con los inversores.

Afortunadamente, hay formas de revertir este daño. Una de las principales formas de lograr esto es a través de una comunicación sólida y abierta entre los implicados. Los inversores deben comprender los objetivos a largo plazo del negocio, así como las preocupaciones a corto plazo. Además, los administradores de la función de capital de riesgo deben tener en cuenta la necesidad de equilibrio entre ambos para garantizar que una decisión inteligente sea tomada. Esto significa que los riesgos a largo plazo deben evaluarse de forma adecuada en lugar de poner demasiado énfasis en los beneficios a corto plazo.

La cultura del capital de riesgo es una de las principales problemáticas contemporáneas debido a que su práctica sólo pensando en el veneficio monetario, mengua considerablemente la calidad de vida para quienes la sufren. Estamos todos llamados a actuar como futuros creadores de mundos mejores, dejando atrás esta forma de pensar desenfrenada que nos aleja sólo aún más de la unión y la solidaridad. Sólo si recordamos que la vida misma es el patrimonio más grande que tenemos, estaremos en camino de orar este mundo, y no destruirlo.

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