La cultura del capital del riesgo destruye el mundo en lugar de salvarlo

¿Qué sucede cuando una cultura cambia el desarrollo de un negocio en una búsqueda desenfrenada de beneficios de inversión a costa del planeta? La cultura del capital de riesgo se ha convertido en una economía global, y los resultados no están ayudando a salvar el mundo. Por el contrario, la cultura del capital de riesgo está dañando el planeta de maneras que ni siquiera podemos imaginar. Esta cultura plantea una pregunta preocupante: ¿nos enfrentamos a un futuro donde los negocios y la economía prevalecerán a la conservación del planeta?

1. ¿Cómo la cultura de capital de riesgo daña el mundo?

El entorno de capital de riesgo puede tener consecuencias negativas en la sociedad porque overly-incentiva el crecimiento a toda costa. Desde la detención de inocentes durante las prácticas de inversiones especulativas a la explotación de recursos humanos para alcanzar objetivos a corto plazo, hay muchos efectos negativos perjudiciales para el mundo.

Las inversiones sin preocuparse por la calidad y los recursos tomados, están limitando nuestro crecimiento sostenible a largo plazo. Esto puede amenazar el equilibrio de nuestro medio ambiente, nuestra economía y nuestra sociedad, dejando a los países del Sur en una posición aún más vulnerable.

Algunas formas en que el capital de riesgo daña el mundo incluyen:

  • Contaminación: Muchas inversiones de capital de riesgo se hacen sin ninguna consideración a los impactos ambientales a largo plazo. Esto puede resultar en enormes cantidades de contaminación, incluyendo vertidos tóxicos, generación de basura, daños a la atmósfera y los ciclos vitales de los animales.
  • Desigualdad: El capital de riesgo es una parte integral de la explotación a escala global. Esto significa que el desarrollo y el crecimiento son distribuidos de forma desigual a través de los diferentes países, con aquellos con economías más frágiles recibiendo la peor parte.
  • Riqueza: A menudo, hubo una gran diferencia de desarrollo entre los países ricos en capital de riesgo y el resto del mundo. Con el tiempo, esto puede llevar a mayores desigualdades entre ricos y pobres, lo que puede deprimir el crecimiento económico a largo plazo.

2. La acción del capital de riesgo pone al mundo en peligro

Los expertos en el campo del capital de riesgo suelen estar mirando el futuro y haciendo apuestas sobre la dirección de una industria. Ellos establecen relaciones de riesgo-volatilidad que calculan con sus decisiones. Esto les permite decidir sobre las empresas o proyectos en los que van a invertir. Y esta práctica puede algunas veces llevar a la subestimación de los riesgos que esas decisiones entrañan.

Por ejemplo, una empresa puede recibir inyecciones masivas de capital de riesgo sin contar con los mecanismos adecuados para absorber tales cantidades. O bien, la presión para obtener grandes devoluciones de la inversión de capital de riesgo puede llevar al riesgo excesivo para atender a esas expectativas, todo ello a expensas de cuestiones de seguridad, crisis climáticas, situaciones geopolíticas o crisis sanitarias socialmente vulnerables. Es decir, la acción del capital de riesgo puede poner al mundo en peligro.

  • Subestimación de los riesgos: el riesgo puede ser subestimado desde el comienzo de un proyecto por parte del inversor.
  • Inyección excesiva: la inyección de grandes cantidades de capital de riesgo sin contar con los mecanismos adecuados para absorberlos.
  • Presión para obtener grandes devoluciones: los planes de inversión de capital de riesgo con la presión por obtener grandes devoluciones de él.

3. Los riesgos del capitalismo al servicio del capital de riesgo

Crecimiento desigual e injusto

El capitalismo al servicio del capital de riesgo se ha convertido en el principal motor de crecimiento económico del mundo en las últimas décadas. Sin embargo, esta economía carece de armonía, generando desigualdades y privilegiando algunas regiones por sobre otras. Las inversiones masivas no resultan en desarrollo económico para todos debido a que la riqueza se concentra en los mercados financieros en lugar de favorecer el desarrollo local. La falta de regulación y de fiscalización también tiende a generar desigualdad y diferencias entre las regiones.

Crisis financiera

La economía basada en el capital de riesgo es propensa a diferentes tipos de crisis financieras y cuadros macroeconómicos. Estas condiciones son más comunes debido a las fuertes fluctuaciones en los tipos de interés y en la oferta monetaria existente. Esto tiene graves consecuencias para los inversores, así como para la estabilidad económica de toda una región. Cuando hay una crisis financiera, el capital se encuentra con escasez y los precios comienzan a disminuir. Esto afecta a todos los que participan en el capital de riesgo, desde los pequeños inversores hasta los grandes fondos de capital de riesgo.

4. ¿Cómo reaccionar ante la amenaza de la cultura del capital de riesgo?

La cultura del capital de riesgo es una realidad a la que cada vez se enfrentan más personas. Con el aumento de la tecnología, el mercado ha ido aumentando en complejidad y con ello la exposición a riesgos y nuevas amenazas. Veamos algunos consejos para afrontar esta cultura:

  • Aprende aceptar las consecuencias: Yace enfrentar la realidad de que la cultura del capital de riesgo entrega ganancias por un cierto período de tiempo, pero a la larga tienes que aceptar que no te vas a quedar con ese dinero para siempre. Aceptar que hay que apostar con prudencia y conocimiento hará la diferencia cuando se trate de recibir ganancias.
  • No confundas el riesgo con la codicia: El pensamiento equivocado de que cuanto más arriesgues más ganarás puede ser destructivo. Esto es cierto, pero también hay que tener en cuenta los factores como la experiencia, el aprendizaje, la frustración y muchas otras variables. Entender la diferencia entre el riesgo y la codicia permitirá sacar el mayor partido de los fondos invertidos.

Es importante saber que no hay una formula mágica para forjarse una fortuna en el capital de riesgo, pues hay riesgos inmersos. Tener flexibilidad para cambiar las reglas y ajustar los objetivos según las situaciones que se vayan presentando es clave para tener éxito o por lo menos evitar mayores perdidas. De esta forma es posible superar los retos de la cultura de capital de riesgo.

En definitiva, el capital de riesgo no es la cura para salvar el mundo, sino más bien una fuerza destructiva que se ha convertido en una de las mayores plagas de este era moderna. Es tarea de todos nosotros unirnos para evitar que el despilfarro de una cultura de capital de riesgo destruya nuestro planeta y tome de nuestras vidas elementos valiosos. No dejemos que el dinero domine y controle nuestras vidas, los sistemas y la naturaleza, sino que enfrentemos el desequilibrio de este mundo capitalista con nuestras acciones y enfoques creativos.

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