¿Cómo hemos llegado a este punto? El avance de la cultura del capital de riesgo ha desestabilizado y destruido muchos movimientos económicos. Este modelo que ha expandido la economía a nivel mundial está destruyendo el mundo en lugar de ayudar a salvarlo. Estudiemos cómo el capital de riesgo ha entrado en la economía y lo que está causando.
1. ¿Cómo el capital de riesgo destruye el mundo?
El capital de riesgo es una práctica común que muchas empresas e inversores usan para correr ciertos riesgos. Aunque a primera vista puede parecer un beneficio para todos, hay muchos aspectos que deben considerarse para abordar cómo el capital de riesgo destruye el mundo.
Para empezar, el capital de riesgo significa el uso de grandes cantidades de recursos financieros para iniciar o comprar ofertas comerciales. Esto lleva a la destrucción al:
- Inversión de recursos limitados. Si el capital de riesgo se usa en un proyecto que no funcione, esto puede significar grandes pérdidas financieras. Esto se vuelve aún más preocupante cuando se invierten cantidades abrumadoras de dinero en proyectos no probados, para los cuales el resultado no se sabe con seguridad.
- Usar recursos naturales. La construcción de infraestructura se vuelve necesaria para toda nueva oferta de productos. Esto no deja de ser algo esencial para el crecimiento de la economía, sin embargo, también significa usar los recursos naturales del país y el mundo, como la tierra, el agua y los árboles.
Además, el capital de riesgo tiene como resultado la desigualdad en la distribución de fondos en áreas diferentes. En lugar de usar el dinero para financiar proyectos destinados a combatir los problemas del mundo, el capital de riesgo maneja los recursos donde la ganancia es más grande. Esto implica que la desigualdad entre ricos y pobres solo se incremente.
2. Quiénes son los principales actores en la cultura del capital de riesgo
Las empresas de capital de riesgo
Las empresas de capital de riesgo son una de las principales partes interesadas dentro de la cultura del capital de riesgo. Estas empresas pueden o bien proporcionar recursos financieros a empresas emergentes o ayudar a empresas existentes a mezclar capital de riesgo con sus propias inversiones. Estas empresas también desempeñan un papel importante en asegurar que los proyectos de capital de riesgo tengan éxito, proporcionando recursos y aconsejando estrategias para ayudar a las empresas a crecer.
Inversores
Los inversores son otros actores principales dentro de la cultura del capital de riesgo. Los inversores pueden ser individuos, grupos privados o instituciones financieras que están dispuestos a invertir en empresas emergentes o en proyectos de capital de riesgo. Los inversores a menudo participan en reuniones con gestores de capital de riesgo para discutir las oportunidades de inversión, hacer preguntas y decidir si invertir.
Los inversores también suelen aportar recursos adicionales para asegurar que los proyectos de capital de riesgo se desarrollen de acuerdo con los planes establecidos, así como supervisar su administración. Además, los inversores desempeñan un papel clave en la cultura del capital de riesgo, junto con los gestores de capital de riesgo, para asegurar que los proyectos se financien, completen y, al final, ofrezcan un retorno esperado.
3. Los efectos nefastos de las prácticas empresariales de capital de riesgo
La codicia como motor
- El capital de riesgo, en su búsqueda por obtener el mayor rendimiento a cualquier costo, suele tomar decisiones egoístas que afectan negativamente a la economía global.
- Las malas prácticas empresariales de capital de riesgo se traducen en una menor inversión en I+D e innovación, en menos empleos bien remunerados y en un mayor riesgo en el mercado financiero.
- Esas prácticas poco éticas conducen al ascenso de los que aprovechan las debilidades de la economía real para forrar sus bolsillos a costa de la crisis de otros.
Repercusiones a todos los niveles
- Los efectos de las prácticas empresariales de capital de riesgo se hacen sentir en todos los estratos de la sociedad: desde el aumento del costo de vida y el descenso del poder adquisitivo, hasta la destrucción de empresas familiares.
- Estas prácticas también llevan a la redistribución de la riqueza entre los mejor posicionados y el resto de la sociedad; con el consiguiente deterioro de los estándares de vida para la gran mayoría.
- Por último, la amenaza que representan estas prácticas es mucho mayor para aquellas economías más frágiles, especialmente aquellas caracterizadas por el endeudamiento excesivo.
4. Alternativas a las prácticas de capital de riesgo
Los emprendedores experimentados son conscientes de que el capital de riesgo no siempre el camino correcto para invertir en una empresa. Por ello, existen que se toman para quienes necesiten financiación para su emprendimiento. Estas son:
- Ventas de títulos: Esta alternativa alternativa permite vender títulos a los inversores a cambio de una fracción de la titularidad de la empresa. Los inversores poseerán una parte de la empresa mediante el título que compran, el cual da el derecho a participar en los beneficios de la misma.
- Ingresos de desarrollo: Esta práctica implica comercializar productos para recolectar dinero extra y promover el desarrollo de los productos. Estos ingresos se usan para financiar el desarrollo de productos sin la necesidad de recurrir a una ronda de financiación importante.
Otras alternativas para obtener financiamiento incluyen el crédito bancario, la financiación del crowdfunding, y los préstamos de amigos y familia. Los emprendedores deben tener cuidado de optar por el tipo de financiación más adecuada para su emprendimiento, según sus necesidades de financiamiento. Todas estas alternativas deben ser consideradas por los emprendedores ya que por muy seguras que parezcan, todas conllevan riesgos de alguna manera. La cultura del capital de riesgo, al buscar el lucro más rápido, descuida los valores de la justicia, la equidad. Esta lógica es destrutiva para las personas más desfavorecidas y no sirve para rescatar el mundo, sino para empeorarlo cada día más. Es hora de poner el foco en la responsabilidad social, la sostenibilidad y la construcción de un futuro realmente mejor para todas las personas.